Jordi Camarasa ha iniciado una colaboración con Grzegorz Duszanowicz que le ha llevado a observar desde cielos privilegiados y a realizar una serie de descubrimientos que hace unos meses no hubiera imaginado cuando pasaba horas operando su observatorio de Sabadell. Después de años de experiencia en el seguimiento y confirmación de NEO’s, nos cuenta cómo ha cambiado su panorama astronómico con los recientes allazgos.
El caso es que su vida astronómica ha dado un salto y en un mes ha visto cómo su colaboración con otro astrónomo no profesional polaco lo ha llevado conseguir cuatro descubrimientos en muy poco tiempo.
En este episodio nos relata cómo ha evolucionado su carrera a partir del equipo que forman con “Gregor”, en el que se ha encargado del análisis de las imágenes. Estas se generan en el observatorio Moonbase situado a 1800 metros de altura en Namibia. Moonbase está equipado con un Celestron C14 y un C11 que utilizan en paralelo para cubrir el mayor número de campos posibles a la caza de nuevos objetos. Al poco tiempo de iniciar esta colaboración obtuvieron su primer fruto, el descubrimiento de una supernova en NGC 3450, AT2022odg.
Pero su trabajo no se conformó con ese descubrimiento. La misma semana en que detectaron antes que nadie esa supernova descubrieron dos NEO’s no catalogados, uno de los cuales, 2022NX1, ha despertado especial interés por su movimiento orbital que inicialmente hizo dudar a los profesionales sobre si se trataba de restos de basura espacial o una «miniluna» de la Tierra.
Imágenes realizadas por Jordi Camarasa y Grzegorz Duszanowicz.
Observatorio Moonbase